Por otra parte, la principal novedad la encontramos en el color y la libertad en su aplicación que manifiesta el artista, apreciándose influencias de los fauvistas y del joven Matisse.
En esta obra se puede apreciar el empleo de la gama de colores cálidos y fríos aunque destacan más los colores cálidos, permitiendo el acercamiento sensorial a la obra.
Utiliza como colores cálidos, el rojo para el fondo, el rosa para el pilar... y fríos como el azul para el vestido, morado, verde para el fondo florido…
Utiliza como colores cálidos, el rojo para el fondo, el rosa para el pilar... y fríos como el azul para el vestido, morado, verde para el fondo florido…
Incluso podemos hablar de cierta referencia cubista al buscar la geometría en algunos elementos de la pared, como si cada uno de ellos - incluida la propia figura de Adele - tuviera autonomía propia y estuviéramos ante un puzzle.
En el rostro de la dama podemos apreciar de manera perfecta a una mujer enferma, sufriente, frágil, oscura, además de un rostro espiritual, elegante, complaciente, arrogante… el autor quería representar de cierta manera a la mujer de esa época, por ello el peinado, vestimenta…, además de el carácter sentimientos de Adele Bloch-Bauer.
Destacar la mezcla de colores que utiliza el autor en la obra, consiguiendo con esta mezcla de colores fríos y calidos resaltar la figura central dejando en un segundo plano el fondo de la composición, cabe decir que en verdad lo que más interesa en el cuadro y lo que está representando el autor es a Adele Bloch-Bauer, de ahí que utilice estos colores en el cuadro.
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